El 67% de las compañías nacionales cree que el flujo de sus ingresos va a verse comprometido a corto plazo, más que en el resto del continente (sólo Estonia ve su futuro más negro en ese ámbito), según un estudio efectuado por la firma “INTRUM”. Además, el 65% de ellas está más preocupada que nunca sobre la capacidad de pago de sus deudores en los meses próximos, por lo que se puede concluir que este nivel de alerta no tiene precedentes y supone un freno a la inversión empresarial destinada al crecimiento y afecta -entre otros aspectos- a la contratación de nuevos empleados.
El dato español se sitúa siete puntos porcentuales por encima de la media europea. Por debajo nuestro se sitúan Italia (66%), Reino Unido (61%), Francia (59%), Portugal (58%) y Alemania (56%).
Hace un año por estas fechas era el 57% de empresas españolas las que expresaban esta preocupación, por lo que la tendencia al alza es clara. El informe concluye que sus resultados son reflejo de las nefastas consecuencias que el conflicto en Ucrania ha tenido en las perspectivas económicas de las empresas en general, más la tensión inflacionista tanto en materias primas como en suministro de energía junto con la subida de los tipos de interés en particular. La sensación del empresariado es que todo ello está limitando la capacidad de hacer crecer el negocio y aprovechar nuevas oportunidades.
La creciente dificultad de los consumidores, empresas y administraciones públicas para hacer frente a sus deudas se constata con el hecho de que el 82% de las compañías encuestadas han recibido por parte de sus clientes la petición de aceptar plazos de pago más largos, lo que supone 6 puntos porcentuales más que el año pasado. Esto también afecta, como no podía ser de otra forma, a las propias compañías encuestadas: el 61% reconoce que atraviesan problemas para pagar a sus proveedores.
Como establece el mismo informe, las empresas españolas pierden más de 26.000 millones de euros en perseguir los pagos de sus clientes, una cifra que asciende a 275.000 millones de euros al sumar los 29 países encuestados. Las compañías españolas destinan una media de 81 días al año a dicha tarea de “persecución”. Sólo en Finlandia, Polonia, Alemania e Italia las empresas dedican más tiempo a ello. Hacer seguimiento de los cobros de manera efectiva es una tarea que en muchas ocasiones conlleva un gasto excesivo para las empresas tanto en tiempo como en recursos, según recalca INTRUM.
Por ello desde RECOA COLLECTION debemos reiterar e insistir en la necesidad de que las empresas externalicen el recobro de sus créditos mediante la contratación de los servicios de recuperación de impagados.
En otro orden de cosas, pero ligado con lo anterior, CEPYME ha denunciado hace escasas fechas una subida de la morosidad del 19 %. Las pymes españolas tienen pendiente de cobrar en el primer trimestre de 2023 una deuda comercial que asciende a 200.000 millones de euros, un 19,2% más que en el mismo periodo del año anterior.
Estos datos vienen recogidos en el informe “Observatorio de la morosidad” elaborado por CEPYME, que recalca así mismo que las persistentes subidas de tipos y el encarecimiento de la financiación puede afectar a la morosidad de las empresas con el incremento del coste de deuda comercial, advirtiendo de que estos costes que van para tesorería no pueden destinarse a mejorar salarios.
RECOA COLLECTION, filial del grupo francés FSP-AGIR RECOUVREMENT, está integrada por profesionales especializados en la negociación amistosa y mediación, formados y apasionados en asegurar la eficacia del cobro de los impagados de sus clientes en España, Francia y a nivel internacional, contando además con un servicio jurídico compuesto por abogados especialistas en la recuperación de créditos.