¿En qué consiste tu oficio de abogado?
Tramitar las reclamaciones judiciales (demandas y ejecuciones) que se decidan interponer
con la conformidad del cliente, previo estudio de su viabilidad, paso éste de suma importancia a fin de optimizar los costes del cliente y el resultado final.
Supervisar las negociaciones en vía amistosa en las que los deudores están representados por abogados.
Intervenir en vía amistosa en los expedientes con características especiales.
Dar apoyo jurídico a determinados aspectos de la gestión interna y comercial de la empresa.
Seguimiento y actualización de las novedades legislativas y jurisprudenciales relacionadas con nuestra actividad.
Asesorar a los clientes en consultas puntuales de derecho mercantil.
Supervisar los artículos y noticias legales que se publican en la web.
En tu opinión, ¿cuáles son las cualidades necesarias para ejercer el oficio de abogado ?
Capacidad de negociación, persuasión, persistencia, honestidad, organización, disponer siempre de argumentos y estrategias.
¿Nos puedes decir lo que más te gusta y lo que te gusta menos en tu oficio en la actualidad?
- La triple satisfacción que se consigue alcanzando soluciones exitosas a los temas : la personal (profesional), la de nuestra empresa (laboral) y, sobre todo, la del cliente (comercial).
- Formar parte de una empresa joven y dinámica que a su vez está apoyada por un gran grupo internacional consolidado.
- Estar sufriendo desde hace más de un año una situación dificilísima e inimaginable a nivel mundial y comprobar –día a día- que un buen proyecto con un buen equipo puede salir adelante y triunfar.
- El que se frustre una expectativa fundada de resolución de un tema.
- Los prejuicios que todavía arrastra nuestro sector. Sinceramente creo que la “filosofía RECOA” contribuye a revertir esta situación.
- Hacer comprender a los clientes que la lentitud de la justicia –en general- no es una excusa sino una realidad instalada desde hace tiempo en nuestro sistema.
¿Tu eslogan personal?
“Los problemas nunca se acaban, pero las soluciones tampoco “(Paulo Coelho).